Lo sorprendente del experimento fue no sólo que los usuarios corregieron el error puesto a propósito en la enciclopedia sino que los medios tradicionales lo publicaron sin verificarlo.
En el experimento, Shane Fitzgerald, tras la muerte del compositor Maurice Jarre, “publicó en la página de Wikipedia dedicada a ese compositor una falsa cita de éste, con el fin de comprobar el funcionamiento de la autorregulación de esa enciclopedia online”.
Los usuarios suprimieron el error, pero los medios lo publicaron. El Irish Times reconoció el error con el titular “Periodismo perezoso en evidencia”.
Y no son pocos los medios que le dan la razón. The Guardian, uno de los que reprodujo la cita, ha reconocido públicamente el error cometido. Y lo hace hablando de las trampas en que cae el periodismo apresurado.
Otros medios, sin embargo, se resisten a reconocer en sus titulares la parte de responsabilidad del periodismo, resaltando más la falta de fiabilidad de la Wikipedia. “Broma de estudiante deja en evidencia la mayor debilidad de Wikipedia”, de El Mercurio Online, es un buen exponente de esa tendencia exculpatoria.
Suponemos que este incidente concreto quedará pronto como anécdota relegada al olvido, sin mayor transcendencia. Pero es un buen ejemplo -otro más- de cómo algunos de esos tópicos utilizados para arremeter desde ciertos sectores del periodismo profesional contra su versión ciudadana no son más que eso, generalizaciones teóricas que no se corresponden con la realidad cotidiana de Internet.
Cuando desde esos sectores se habla de la falta de rigor y credibilidad de los blogs y el periodismo ciudadano, la Wikipedia aparece también a menudo como paradigma de imprecisiones y arbitrariedades en la información.
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