El tema de Fuentes era el de las diferencias entre las políticas de Obama y Bush. Y Fuentes cita como evidencia el supuesto testimonio del malvado Dick Cheney ante el Comité de Inteligencia del Senado de Estados Unidos.
Sin embargo, Dowd estaba bromeando y por eso su columna proporciona muchas pistas de que lo que dice es ficción. Ella usó comillas cuando dijo que había obtenido “acceso” a la transcripción secreta del supuesto testimonio y cuando describió a Cheney como “muy extrañado” por los senadores.
Hay muchas más pistas en el estilo de Dowd. En el diálogo de la columna, Cheney usa un lenguaje que es aún más grosero que se puede imaginar, como en este comentario supuesto del ex-vice presidente al Senador John McCain: "Cierra la jeta. Todos estamos aburridos de tus apologías de la tortura. ¿Por qué no te unes al marica Specter y te vas del otro lado?"
A pesar de que hay mucho de la columna que tiene base en hechos, es obvio del estilo de Dowd que el diálogo es completamente imaginario. Finalmente, para sacar de toda duda que era ficción, Dowd cita a Cheney diciendo que Jack Bauer, el personaje ficticio del programa “24”, es “nuestro mejor agente de contraterrorismo”.
Se puede entender como uno creería el escenario de Dowd cuando se tiene en cuenta las cosas increíbles que hemos descubierto sobre la tortura de prisioneros por la CIA. Y la columna de Fuentes tiene muchos datos verificados.
Pero hay que destacar que él se equivocó cuando usó las citas de Dowd como evidencia. No son evidencia. Son bromas. En su columna ella satiriza y frecuentemente inventa cosas para crear impacto.
Aquí anexo los párrafos de la columna de Fuentes.....
"Los vicios del Vice", titula su columna informativa de la ocasión la valiente y dura escritora del New York Times, Maureen Dowd. Dowd obtuvo acceso a las minutas del testimonio de Cheney ante el Comité y el retrato que emerge del segundo hombre de la administración Bush es el de un "malo de malolandia", como diría mi amiga Lilia Pérez Gay. Interrogado acerca del uso de la tortura de prisioneros en las cárceles de Guantánamo y Abu Ghraib, Cheney admitió que los torturados eran vestidos con "chalecos explosivos, sus heridas escarbadas con un pie, sus dolores aumentados por pentothal-sódico, la amenaza de cortarles los ojos" y otras lindezas por el estilo.
Cuando el senador John McCain, candidato republicano a la presidencia, y él mismo sujeto a tortura como prisionero de guerra en Vietnam le interrogó, Cheney le dijo: "Cierra la jeta. Todos estamos aburridos de tus apologías de la tortura. ¿Por qué no te unes al marica Specter y te vas del otro lado?". Estas intemperancias de Cheney fueron dirigidas al senador Alan Specter, quien acaba de cambiar del partido republicano al demócrata. Peor aun, pretendían denigrar a McCain, quien luchó en una guerra -la de Vietnam- de la cual se excusó dos veces, en un alarde de cobardía, Cheney, alegando enfermedades e impedimentos probablemente ficticios.
La rabia de Cheney se manifiesta enseguida contra el presidente Barack Obama, al cual llama "la delicada orquídea de Harvard" y acusa de "arrimarse a dictadores grasosos, dándoles besos a esos comadrejas europeos a los que nuestros militares liberaron". Obama, dice Cheney, es un "helado de crema" del cual "se aprovecharán nuestros enemigos".
En pleno delirio, Cheney atribuye conspiraciones anti-americanas a los serbios aliados de Al-Qaeda (¡) y sigue su lista de horrores, admitiendo que entre los métodos de tortura implícita o explícitamente autorizados por la Casa Blanca bushista, se encontraban retirarle medicinas a los detenidos, simular que se les ahogaba, el uso de serruchos para intimidar, e informes falsos sobre la muerte de un hijo del detenido.
El senador Evan Bayh se atrevió a preguntarle a Cheney si los actos de terrorismo no eran, más bien, norteamericanos y destinados a favorecer el control del petróleo iraquí por la compañía privada de Cheney, la Halliburton. A lo cual Cheney contestó con cólera: "¡Nosotros somos los patriotas!" a lo cual a su vez la presidenta de la Comisión, la senadora Dianne Feinstein, contestó con la frase Final: "Señor Cheney, su testimonio consiste en dar ilusiones por verdades".
Actualización
Un lector atento de El País también advirtió el error de Fuentes. Lo malo es que ha habido sólo 47 votos de lectores hasta la fecha (el 12 de diciembre) que calificaron la carta que destaca el error y más de 230 que han expresado su acuerdo con Fuentes.
Great column Jim, very funny that Fuentes mistook all the quotes in her column for 'facts,' although given some of the things Cheney has said recently, it's not such a stretch.
ResponderEliminarY éste es nuestro "mejor escritor". Increíble...
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