Me encanta esta historia de cómo la necesidad por optimizar la información en los buscadores de Internet le ha ganado a la autoridad lingüística de la Real Academia Española de la Lengua (RAE).
Durante los Juegos Olímpicos, el diario mexicano El Milenio, que publica unas 10 ediciones en varias ciudades del país, tenía algunos corresponsales en la capital china que usaban en sus notas el nombre oficial de la ciudad, Beijing.
Ah, pero esta ortografía no corresponde a la de la autoridad de la lengua castellana, la RAE, o a los manuales de estilo de los periódicos (el blog deletalo tiene buena explicación de esto). Estas autoridades señalan que en publicaciones se debe usar la palabra Pekín, de acuerdo a la palabra antigua del latin que designaba la ciudad. (Wikipedia en español además toca el tema.)
Por lo tanto, el editor de Milenio, Carlos Marín, instó a todos los responsables del periódico que, de ahora en adelante en las páginas de Milenio, se refieran a la capital de china como Pekín.
Sin embargo, para Aníbal Abarca, editor encargado de Internet para el Grupo Milenio, la decisión fue un error, según me dijo en una entrevista reciente. Decidió protestar ante el editor. Argumentó así: Si usamos “Pekín” durante los Juegos Olímpicos, vamos a perder la oportunidad de captar una gran multitud de usuarios de Internet, quienes recurren a buscadores como Yahoo o Google para encontrar noticias de los deportistas mexicanos. La gente busca noticias de las Olimpiadas de Beijing, no las Olimpiadas de Pekín, argumentó.
Marín, evidentemente un hombre práctico, aceptó la sabiduría comercial del punto. Decidió que los periodistas deportivos continúen usando “Beijing” en las notas sobre los deportistas en las Olimpiadas, pero los demás debían usar “Pekín”.
Y efectivamente, una nota reciente se refiere al Estadio Olímpico de Pekín.
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