martes, 3 de mayo de 2011

Beneficios o ganancias: malas palabras que periodistas deben decir sin ruborizarse

El periodismo es el mejor oficio del mundo y trabajar con los periodistas es divertido. Son irreverentes, inteligentes y graciosos.

Sin embargo, como grupo, tendemos a ser arrogantes y mojigatos (me incluyo en esta crítica). Tendemos a vernos como sumos sacerdotes de una profesión exclusiva y portadores de una norma ética especial que sólo unos pocos podemos cumplir. Nos vemos a nosotros mismos como más puros, más objetivos, y menos afectados por los prejuicios de los simples mortales que cubrimos.


Eso es al menos una parte de la razón por la que tenemos problemas en el nuevo mundo del periodismo emprendedor, donde los periodistas lanzan sus propios medios de comunicación.

Hay que pagar los salarios

Si queremos fundar un medio, tenemos que reconocer por primera vez que el periodismo es un negocio, que alguien tiene que pagar las cuentas y que el periodismo involucra el intercambio de dinero. ¿El dinero? Esta es una mala palabra para los periodistas. Nos hace ruborizar. Se lo asocia con el tráfico de influencias, grupos de presión, el soborno, la corrupción y otros temas de nuestro periodismo de investigación.

Aquí tienen una mala palabra que los periodistas tendrán que aprender a decir sin ruborizarse:


Beneficios (utilidades, ganancias) -- En cualquier organización, hay que gastar menos de lo que se ingresa. Hasta en organizaciones sin fines de lucro, hay que tener un balance a favor. Si no se cubren los gastos, no se puede pagar los salarios o las prestaciones de los periodistas. los programadores o los vendedores. Sin beneficios, no hay recursos para invertir en la mejora del producto o en la contratación de más personal. Sin beneficios, no hay ni negocio ni servicio público.

Los periodistas emprendedores tienen que aprender cómo generar beneficios y cómo realizar el seguimiento de ingresos y gastos de una manera disciplinada, con herramientas más sofisticadas que el balance de la tarjeta de crédito o la chequera. Tienen que entender cuáles son sus costes reales y de donde provienen sus ingresos.

Beneficios no son mala cosa, a pesar de que muchos de nuestros proyectos de periodismo de investigación se centran en la obtención de beneficios inmerecidos a través de sobornos, corrupción, contratos ilícitos, etc.

Los beneficios son buenos cuando se ganan de manera justa y legal. Permiten que los periodistas cuiden a sus familias y que el medio de comunicación sirva mejor a la comunidad con un producto que revela la realidad, sea buena o mala. No hay nada malo o sucio en eso.
Aprenda algunos conceptos básicos de contabilidad como el criterio de devengado. No es ciencia de cohetes. Hasta los licenciados en literatura (como yo) pueden aprenderlo.

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