Cuando la ciencia entra en la esfera de la política, el comercio o la religión, comienza la batalla.
En línea, la ciencia compite con los bulos. |
Mucho más reciente, la industria tabacalera durante décadas desacreditaba a los científicos y la investigación que mostraban la conexión entre el fumar y el cáncer. Ya en nuestros días, la Asociación Nacional del Rifle (NRA por sus siglas en inglés) ha usado las contribuciones a las campañas de los congresistas para convencerles de que no se recaben y publiquen datos sobre el número de personas asesinadas o lesionadas por las armas de fuego.
Y sólo por citar un caso más, la revista New Republic recientemente reveló cómo los líderes de la Agencia para la Protección del Medioambiente (EPA por sus siglas en inglés) están adoptando políticas que desacreditan las evidencias científicas sobre la contaminación del aire, evidencias que gustan muy poco a las industrias del carbón y del petróleo.
El cambio climático y las vacunas
Hoy día las redes sociales representan un importante campo de batalla para la credibilidad científica, aunque los mismos científicos aparentemente no se dan cuenta de ello. El formato popular del vídeo en línea desafía a los científicos, especialmente en los temas controvertidos como el cambio climático y las vacunas. Esto es lo que muestran las numerosas investigaciones que se analizan en la obra editada por Bienvenido León (un profesor y colega mío en la Universidad de Navarra) y Michael Bourk titulada "Comunicando la ciencia y la tecnología mediante el vídeo en línea: investigando un nuevo fenómeno mediático" (Communicating science and technology through online video: researching a new media phenomenon), (Routledge, New York, 2018, 140 pp.).